sábado, 17 de mayo de 2008

Ciencia de la Educacion

El interés por el estudio de las organizaciones se ha incrementado desde el siglo XX, dando lugar al desarrollo de distintas teorías organizacionales, que pretenden explicar los fenómenos relacionados con la gestión de personas. Las teorías clásicas y neoclásicas se enfatiza en las tareas y en la estructura organizativa, mientras que las teorías de las relaciones humanas se centran en la influencia de los aspectos sociales y psicológicos en las conductas de las personas.

En la actualidad, la economía del conocimiento, la incertidumbre y los cambios elevan el nivel y el ritmo de la competitividad, lo que a su vez ha incrementado la importancia estratégica de los activos intangibles, tales como la aptitud para innovar, la adaptabilidad de un personal bien preparado, leal y comprometido, junto con los dirigentes capaces de estimularlo, de una reputación inapreciable y de unos sistemas de información, de producción, y de prestación de un servicio de calidad.

En este sentido, garantizar el éxito de la organización depende de la competencia en la gestión, de factores como la inteligencia, el liderazgo y de los activos intangibles en general. Así que otro efecto de las tendencias cambiantes del mundo actual es que la gestión de una organización se ha convertido en una función cada vez más importante, al punto que se ha generado un enorme mercado en el asesoramiento sobre cómo dirigir y desempeñar el papel de gerentes, de manera optima.

Es importante tener claro que si se piensa en competir a través de las personas, se pone de relieve el hecho de que el éxito depende cada vez más de la capacidad de la organización para gerenciar el capital humano, que es la expresión genérica que se utiliza para describir el valor del conocimiento, habilidades y capacidades las cuales podrían no aparecer en la hoja de servicio del empleado, pero que si genera un impacto notable en su desempeño en las instituciones.
Para Chamber y Otros (1998), las instituciones deben también prepararse, si quieren triunfar en el desarrollo el talento. Desde esta perspectiva, la gestión de las personas en las organizaciones educativas, que cobren relevancia en el futuro, serán aquellas que estimulen el trabajo en grupos, que favorezcan el desarrollo personal y profesional de todos sus miembros, para fortalecer la visión compartida de las mismas y promover la capacidad creativa de los involucrados. En este sentido, estas instituciones tiene un compromiso fundamental e ineludible ante la sociedad de los nuevos tiempos. A ellas corresponde la formación del hombre más humanizado, capaz de hacer frente a los nuevos retos. En la era del conocimiento, los países que no consigan mejorar la calidad de la educación están comprometiendo el crecimiento económico y el bienestar de su gente.